Lautaro Ferreyra
Arquitecto

Vicente Krause

En mi proceso de formación académica, tuve la suerte de estar invadido por los relatos sobre la obra de Vicente, sobre su pasión en la docencia, sobre su filosofía, sobre su clara percepción del espacio, sobre la tangible relación de los materiales con la arquitectura, del proceso casi mecánico, con los que resolvía detalles constructivos como también de los disparadores teóricos que guiaban su proceso proyectual.

En mis primeros años de estudiante pude experimentar ese proceso que proponía, al enfrentarse uno a los limites de la nada, de la hoja en blanco, de expandir la imaginación, de practicar recursos como la bruma de la no idea, esa difusa obra que todavía no existe pero que está en algún lado, recorrer el camino del descubrimiento, entender los limites que nos propone el sitio, la verdad absoluta e irrefutable, para luego poder discutir de formas de colores, de texturas, de una proto idea que está en nuestra concepción de arquitectura propia y personal.

Vicente sobre todo me deja la pasión por la arquitectura, la parte lúdica, el costado artístico.

CASA DIAGONAL 74

Vista de la Fachada desde Diag. 74

Una obra que se verifica en medios niveles, asciende medio nivel para comenzar con la parte publica de su programa, y desciende medio nivel alojando los sectores de servicio. La obra se retira de la línea municipal para generar el ingreso semicubierto. Una escalera que toma preponderancia escultórica, que no pasa desapercibido.

Experimentar el recorrido de la casa de la diagonal, fue un placer, la recorrí varias veces, fue imposible no detenerse en detalles, luego hacer el ejercicio de entender su Concepción teórica, luego volver a detenerse en un detalle constructivo.

No hace falta entrar a la casa para comenzar a interactuar con la obra, como se comunica la casa con su entorno, es la primera anotación que me lleva a analizarla. Una casa de los `50 que se diferencia de su vecino lindero, de la arquitectura que predominaba en la ciudad, casas de fachada neoclásica.

Desde las limitaciones de sitio, puede entenderse como una obra de 220m2 que se comporta en 3 niveles, en un lote estrecho entre medianeras, desde el partido arquitectónico podemos analizar que sus tres niveles dialogan al corazón de la casa, un patio interno que se verifica en todo su recorrido. Dos núcleos circulatorios, uno gira entorno a los servicios uniendo cocina, baño, laundry, terraza, otro mueve el flujo más privado.

Desde el punto de vista funcional, Una primera planta (en el cero) resuelve ingreso vehicular, un estudio y una habitación de servicio.

La planta en el 1er nivel (1,5mts) el palier de ingreso, un estar zona de fuego abierto, Comedor, y suite principal, ambos en relación al patio.

En el segundo nivel sobre el fondo del lote, las habitaciones con una Concepción muy propia, un espacio general que comparte un baño se divide por el correcto uso de su mobiliario. La terraza con vista a la diagonal ejerce un recorrido nuevamente por su patio central. El núcleo de servicio remata con el laundry y su acceso a terraza de servicio.

Patio central

El trabajo de la madera, propio de un ebanista apasionado en los detalles, el trabajo de la iluminación oculta en cielorrasos, los detalles de categoría para la época, la propuesta de mirar hacia adentro, al patio interno, macetas aterrazadas que abriendo un grifo recirculan su propio riego, hacen de esta obra algo mas que una casa que resuelve el programa habitacional propuesto por sus comitentes, es una obra que quiso ser una experiencia sensorial, habla de sentidos, de sentimientos, habla de ser, de la verdad, de afirmar la raíz ética y estética de la arquitectura.

LA CASA KRAUSE DE LA DIAGONAL ES UNA OBRA DE LOS AÑOS `50 QUE PROPONE UNA MANERA AUTENTICA DE ENVEJECER, UNA CASA DE LOS AÑOS `50 QUE HOY ES CONTEMPORANEA.

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